NEUQUÉN
24 de agosto de 2012
Aseguran que el día del golpe el Ejército "tomó" comisaría de Regina

Un ex oficial afirmó que esa unidad policial estuvo un mes a cargo de Jorge Gaetani, imputado en la causa.
Un oficial retirado del Ejército Argentino declaró ayer en el juicio de La Escuelita II que el 24 de marzo de 1976 un grupo de nueve integrantes del Batallón de Ingenieros se apostó en la Comisaría de Villa Regina durante un mes a cargo del subteniente de la compañía Jorge Gaetani, imputado en esta causa.
Ricardo Bustos explicó que pertenecía a la compañía C de Construcciones y que en la madrugada del golpe de Estado le avisaron en su domicilio que tenía que presentarse en el Batallón. De allí salió en un camión con unos cuatro suboficiales y cinco soldados hacia la comisaría de esa localidad rionegrina.
El testigo aseguró que “no hubo detenidos" en esa dependencia policial que estuvo “como intervenida” por el personal del Ejército.
“Toda la comisaría estaba acuartelada, los policías seguían trabajando, estaban al mando del subteniente Gaetani y el comisario”, aseguró Bustos, quien en 1976 era sargento, por lo que tenía el cargo menor al del por entonces subteniente de la Compañía B de combate.
Bustos dijo que cumplían función de “policía” en esa comisaría y ejemplificó que iban a controlar a los bailes, que custodiaron un frigorífico y la empresa Moño Azul porque “estaba muy oscuro”. Aseguró que “no hicieron operativos de detención”. “Nosotros hacíamos de Fuerzas Armadas. Nunca voy a detener a alguien”, aclaró.
El testigo confirmó que sabía del centro clandestino de detención que funcionaba al fondo del Batallón de Ingenieros.
Señaló que cuando ingresó al Batallón en 1968 era una caballeriza y que luego se convirtió en un depósito del teniente del cuartel. “Después nos enteramos que era un lugar de detención”, aseguró.
Bustos aclaró que estaba “prohibido pasar” hacia los fondos donde estaba esa dependencia y que los carteles indicaban que era una “zona restringida”. Precisó que en varias oportunidades vio pasar a personas de civil, a veces disfrazadas por lo que consideró que era personal de Inteligencia.
Al comienzo de la audiencia declaró Héctor Espinosa quien en diciembre de 1976 ingresó al Batallón de Ingenieros como médico militar. Dijo que “nunca” tomó conocimiento del centro clandestino de detención hasta hace unos diez años y por los medios de comunicación. Contó que en dos oportunidades vio al imputado Hilarión de la Pas Sosa durante la revisión médica general.