OPINIÓN
22 de junio de 2015
Lo que somos

El pasado domingo 7 de junio fui con mi esposa y mis dos nietas a la República de los Niños en las cercanías de La Plata. La pasamos muy bien por supuesto y es así que quiero hacer una reflexión.
Se trata del primer parque temático y educativo de nuestro país y de la América toda, inaugurado a fines de 1951 durante el Gobierno del Gral. PERÓN. Está emplazado en un predio de 53 hectáreas y consta de una nave o paseo central que semeja una ciudad en miniatura, construida para los niños, con legislatura, correo, banco municipal, casa de gobierno y un estadio en las afueras. Un tren de época circunda los espacios verdes, hay lugares para comer, plazas, monumentos y centros de teatro y recreación cultural. El valor de la entrada es mínima, los niños y los jubilados no pagan.
Dicen las malas lenguas que Walt DISNEY lo conoció en su viaje a la Argentina y se inspiró en él para construir en 1957 DISNEYLAND en Anaheim (California). Los que conocen ese parque y DISNEYWORLD en Miami podrán observar que la calle principal, con sus castillos infantiles en los extremos, salvando las distancias fundamentalmente de la época actual, los espacios y todo el dinero invertido, son similares.
En septiembre de 1955, cuando derrocaron a PERÓN, ese parque fue cerrado, destruido y abandonado. Muy posteriormente fue puesto a cargo de la Provincia de Buenos Aires y así está hoy, sin lujos, pero con todos los recuerdos de aquella época donde yo veo en mis nietos aquél niño que fui y que me privaron de visitarlo a mi edad.
La mano izquierda, la del corazón, la que se ofrece y se brinda, suele padecer el manto de la derecha, de la mano derecha, que ruda y egoísta, nos pone trabas y nos limita en nuestras realidades y sueños. Somos lo que no fuimos, o no nos dejaron ser, aunque pudimos serlo.
Un abrazo: GARCILAZO