COMUNAS AM
3 de agosto de 2015
ANA MARIA ROS: Dos luchadores ignorados
Ana es hija de Clemente y sobrina de Norberto, ambos asesinados el 9 de junio de 1956, por la dictadura de Rojas y Aramburu. Nueve meses después del golpe de Estado que derrocó el gobierno constitucional de Juan Domingo Perón, un grupo de militares y civiles dirigidos por el general Juan José Valle se rebela contra la dictadura militar que gobernaba el país.
Por Gabriel Russo.
¿Cómo fue la historia qué te contaron a vos?
Es una historia larga, y lamentablemente muy olvidada. Estas víctimas son muy olvidadas en las páginas de nuestra historia. Como docente doy fe de ello. Estoy en una continua lucha hace unos años .Primero empezó mi madre, que falleció hace unos años, y continùo yo para incorporarlos a la memoria colectiva. Estoy a cargo de mucho de los actos en las conmemoraciones en la fecha del 9 al 12 de junio. He organizado todos estos años actos en diferentes localidades fundamentalmente en la mía que es Adrogué, donde vivían ellos, partido de Almirante Brown.
¿Cuál fue la participación de ambos?
Mi padre y mi tío eran dos militantes de primera línea- lo digo con conocimiento de causa-tengo muchos recortes de diarios donde se ve por que habían participado. Ellos Vivian en Capital pero luego pasaron a vivir a Lanús. Allí se metieron en esto en defensa de los trabajadores humildes. Ellos participaron en la revolución del General Valle.Tenían como objetivo rescatar los derechos del trabajador arrebatados por la dictadura asesina de Rojas y Aramburu.
Recordemos que uno de los objetivos de la contrarrevolución del 56 era establecer nuevamente la constituciones del 49.
Por supuesto, el objetivo de ellos era luchar por la causa del pueblo para restituir la democracia arrebatada en nuestro país.
Los tengo frente a mí en fotos y hablo muy emocionada, yo había cumplido 4 años cuando ocurrió aquello. Mi padre era Escribano tenía su escribanía en Lanús y era el Jefe del Registro Civil de allí, mi tío era estudiante de derecho y martillero público y nos mudamos en 1955 a Adrogué, en esta casa donde para mí.
Tengo tres hijos, una nieta, pero familiar de parte de papá no tengo a nadie. Ya no queda nadie. Estoy en comunicación directa con los demás hijos de Fusilados, porque para ellos no hubo justicia, y lamentablemente tampoco hay memoria. Este año logré algo muy importante que es un monolito acá en Adrogué, que para mí no te puedes imaginar lo que significa.
¿Dónde está ubicado?
En el centro Cívico, frente a la Plaza Guillermo Brown. En Lanús siempre se hacen los actos.
¿Como los agarran?
Mi padre había hecho una reunión en su Escribanía frente a la Plaza de Lanús, de allí se fueron a la Escuela industrial para emitir la proclama y allí los detuvieron.
Cuando llevaron a mi madre a reconocer los cadáveres al hospital Evita, mi madre trajo las pertenencias de ambos, y yo jugaba mucho con esas cosas. Papi tenía en el bolsillo de su traje el tarjetero de cuero y yo jugaba con eso. Y preguntaba a mamá por qué tenía ese agujero que lo traspasaba. Con el tiempo ella me explicó que era la bala de fusil que lo atravesó a papa.
En 1997 recién hablé del tema. Cuando me encontré con todos los demás Hijos, inclusive vino a verme Susanita Valle.
Finalmente Ana resumió:
“ Mis hijos ya adolescentes en esa época me preguntaban por qué no hablaba y era algo que lo tenía totalmente tapado y mi sufrimiento fue muy interno. Fui una niña y adolescente que padecí muchísimo eso en el colegio donde fui era muy discriminada por las monjas porque siempre decían “por algo habrá sido”, y cuando entré en primer año una profesora me salvó de eso y que luego fue intendente de A. Brown.”